No, gracias

  • Publicado en 2004
  • De 3 a 7 jugadores
  • Partidas de 20 minutos
  • Dificultad de 1.14 sobre 5.00
  • Creado por Thorsten Gimmler
  • Ilustrado por Dennis Lohausen
  • Editado por Mercurio

No, gracias es el filler al que más he jugado desde que lo adquirí en el XVII Festival Internacional de Juegos de Córdoba 2022 ya que es un juego tan fácil de transportar gracias a su caja de pequeño tamaño que cabe sin problemas en cualquier bolso o mochila y a que es tan fácil de explicar que se le puede enseñar a cualquiera en las situaciones más insospechadas; yo he llegado a jugarlo con compañeros de trabajo en la base en ratos muertos.

El juego consta de una baraja de 33 cartas numeradas del 3 al 35 de las cuales solamente se jugarán 24 aleatoriamente en cada partida, siempre se quitan nueve al inicio de la misma independientemente del número de jugadores; y 55 fichas que se repartirán entre los jugadores dependiendo del número de los mismos.

Componentes de la nueva edición

Mecánicamente es muy sencillo: se descubre la primera carta del mazo y al jugador que le corresponde el turno decide si se la queda o si la rechaza, en el primer caso la coloca boca arriba frente a él y en el segundo coloca una de sus fichas encima de la carta y le pasa el turno al siguiente jugador que tendrá la misma decisión, salvo que a partir de ahora quien se lleve la carta se llevará también las fichas que hubiera sobre la carta. Cuando se haya finalizado el mazo de 24 cartas termina la partida y se cuentan puntos, el valor de las cartas es negativo pero si hemos conseguido alguna secuencia de números consecutivos solamente puntuaremos por la carta de menor valor y las fichas que hayamos conseguido conservar al final de la partida serán puntos positivos, quien tenga la mejor puntuación será el ganador.

Eso es todo el juego, pero el hecho de que las fichas se guarden de forma secreta crea situaciones muy divertidas en las que por pretender cargar con fichas una carta que sabes que a los demás no les interesa pero a ti sí, te quedas sin ella porque alguien se ha quedado sin fichas y al no poder renunciar a ella se ve obligado a llevársela; o quien se lleva una carta aunque le perjudica simplemente porque no se la lleve otro que le beneficiaría.

Las risas están aseguradas con este juego, principalmente cuando se juega entre cinco y siete jugadores; a tres y cuatro también es divertido y es fácil picarse al fastidiarse a sabiendas, porque es algo más fácil tratar de controlar la cantidad de fichas de cada jugador y eso lo hace algo más táctico. Es imposible jugar una partida y volverlo a guardar en la caja; por un lado porque se juega muy rápido, por otro porque es muy divertido y por otro porque aún no me he encontrado a nadie que diga que no a una partida, de hecho la vez que menos partidas seguidas he jugado han sido cinco.

Contando puntos al finalizar una partida

La nueva edición que ha publicado Mercurio tiene unas ilustraciones muy graciosas con situaciones desastrosas que le pasan al personaje protagonista y que si ves en orden cuentan una historia de terribles desdichas.

Todo ello hace que No, gracias sea un juego sencillo, divertido, agradable y que me ha dado (y espero que lo siga haciendo) grandísimos momentos. Sin lugar a dudas se ha convertido en mi filler de referencia en los últimos meses y si coincidís en algún lugar conmigo es fácil que lo lleve encima y podamos pasar un buen rato disfrutándolo.

¿Jugamos?

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