Sueños de una noche de otoño
La idea de crear esta página lleva rondándome por la cabeza cerca de un año, más concretamente desde unas semanas después de la APCon 2021 que organizó el canal Análisis Parálisis. Cuando no era por unos motivos era por otros, pero el caso es que he ido retrasando y posponiendo la publicación de esta razón de ser y por tanto que vea la luz esta idea que tanto me ilusiona y que también me aterra casi a partes iguales. Estamos a unos días de la celebración de la APCon 2022 y he decidido que no puedo seguir poniéndome excusas a mí mismo y que debo enfrentarme a mis promesas y a mis miedos.
El nombre que he escogido para esta página pretendo que sea, al menos en parte, un reflejo de lo que significan los juegos de mesa. Hace casi un año me enfrentaba por primera vez al hecho de acudir en solitario a unas jornadas de juegos de mesa en las que no conocía a nadie en persona y en las que me iba a encontrar con unas 60 personas que disfrutaban tanto o más que yo de los juegos de mesa y en una ciudad que apenas conozco. Iba muy con muchas ganas e ilusión y al mismo tiempo con mucho miedo de encontrarme solo y sin saber ni a qué ni con quién jugar ya que hasta ese momento lo había hecho solo con familia y amigos. Mi sorpresa fue lo rápidamente integrado que me sentí, lo que disfruté las partidas incluso de juegos que a priori no me atraían en absoluto, de todas las conversaciones que se generaron alrededor de las partidas y de muchos otros temas.
Gracias a ese día, de los tres que duraba el evento sólo podía asistir al primero, me di cuenta de que los juegos de mesa no solamente son una afición con la que pasar el rato y divertirse sino mucho más. Es una afición que sirve entre muchas otras cosas para socializar, para juntarse con personas muy diferentes a uno y pasarlo genial de forma sana, para desarrollar la imaginación, para estrujarse el cerebro buscando la mejor estrategia o la solución al problema que tienes planteado delante, para vivir aventuras, para aprender, para evadirse… sirve para tantas cosas como jugadores hay, pues cada uno puede encontrarle una utilidad propia.
Desde hace unos años, cada vez más, se utiliza el llamado ABJ (Aprendizaje Basado en Juegos) con niños y adolescentes, pero los juegos de mesa no solamente son útiles para la enseñanza en el plano académico a jóvenes en edad escolar, sino también para los adultos; en otros aspectos de formación no reglada e incluso en aspectos psicológicos y psicosociales, cada vez hay más estudios que tratan estos temas y es algo en lo que me gustaría aportar mi pequeño granito de arena.
Además de hablar de juegos de mesa, generalmente de mi colección aunque también los habrá que los haya podido descubrir en alguna jornada o que el propietario sea algún amigo, trataré de compartir y comentar las publicaciones de estudios relacionadas con el juego que lleguen a mis manos. Estoy convencido de que hay al menos un juego para cada persona y que el rechazo y estigma social de «los juegos son solo para los niños» es una barrera mental que debemos derribar, ya que hay juegos de tantos tipos que si nos sentamos a una mesa con la mente abierta podemos descubrir verdaderas maravillas que nos harán disfrutar durante horas llegando a perder la noción del tiempo.
Los juegos de mesa son un pilar fundamental en mi vida, junto con el deporte y mi familia (mi mujer, mi perra, amigos muy cercanos, algunas ramas del árbol) son los tres apoyos que tengo para evadirme del trabajo y afrontar los problemas diarios. Soy sanitario, trabajo en un S.A.M.U., y como podréis imaginar estos dos últimos años y medio han sido, y aún lo están siendo, muy complicados en muchos aspectos y estos tres pilares me han mantenido con la capacidad de ser feliz y de seguir adelante. Esta afición me ha permitido conocer a personas increíbles, una de ellas es la que me dio el sábado pasado el último empujón que necesitaba para poner ante el teclado, gracias a participar de algunos canales de YouTube y Twitch, podcast e incluso radio.
Mi pretensión es tan sencilla y complicada como tratar de ayudar a difundir la afición a los juegos de mesa y de que alguien que no conozca este mundillo pueda aprender y descubrir algún juego que pueda resultarle interesante, lo quiera jugar y lo disfrute; con eso yo ya me daría por más que satisfecho y sería feliz.
Así que, sin más….. ¿Jugamos?