Algo más de dos meses han pasado ya desde que se celebró la APCon, el fin de semana del viernes 20 al domingo 22 de octubre; un evento que organizan desde el canal Análisis Parálisis para los seguidores que tuvimos la suerte de conseguir plaza, ya que las plazas son limitadas y el interés mayúsculo. En esta ocasión ha sido diferente a las dos anteriores, especialmente a la APCon 2022, pues por cuestiones laborales me tocó ir solo y aunque ya conocía apfóbicos de eventos anteriores, no es lo mismo.
La cantidad de juegos disponibles traídos de Essen este año ha sido asombrosa, desconozco la cantidad exacta pero fácilmente duplicaría o incluso triplicaría la del año pasado, además de que el espacio disponible en Juguetrónica gracias de Generación X(se repitió el evento en el mismo local del centro comercial X-Madrid) aumentó con respecto la anterior edición lo que permitió que fuéramos más participantes. Sin lugar a dudas, una grandísima labor de gestiones y preparación por parte de Sergio y Nancy para que todo fuera lo mejor posible, incluso contactando con editoriales para aumentar la bolsa de regalitos que recibíamos los asistentes. Además, hubo quien se preparó el juego Blood on the Clocktower y estuvo dirigiendo partidas durante todo el fin de semana, un juego de roles ocultos que está triunfando en los últimos meses y que en cualquier sitio donde se organizan partidas siempre hay cola para apuntarse, me llama mucho la atención por los comentarios de quienes lo han jugado, algún día espero probarlo y en 2024 lo tendremos en castellano gracias a Bumble3ee.
Como viene siendo habitual en mis últimas visitas a Madrid o sus alrededores aproveché para pasar un rato con Rubén, recogerle unos juegos que le había comprado y hablar tanto de juegos como de la tienda y de la vida; y principalmente darle ánimos pues justo ayer (30 de diciembre) se ha visto obligado a cerrar la tienda, esperemos que más adelante pueda retomar este proyecto al que tanto esfuerzo e ilusión le ha puesto. Es lo primero que hice en el fin de semana ya que tuve tráfico muy denso camino de Madrid y era la única forma de compaginar agendas entre los dos; a partir de ese momento ya fue todo el rato jugar y estar con el resto de participantes de la APCon.
El primer día estuve poco más de dos horas en el evento y solamente jugué a Waterfall Park, el juego que prové en Córdoba y que tanto me gustó, esta vez si bien lo jugamos a tres que es su número mínimo de participantes también fue una partida muy divertida y aunque obviamente a cinco las negociaciones eran más encarnizadas a tres también fueron duras y el marcador muy apretado; probablemente no sea su mejor número principalmente porque un jugador puede quedar descolgado relativamente fácil en las negociaciones pero yo disfruté enormemente la partida especialmente porque después de muchísimo tiempo pude compartir la mesa con Óscar y la verdad que tenía muchísimas ganas de tener un ratito así. El resto de la noche la pasé saludando y hablando con diferentes personas, entre ellas querría destacar uno de los diálogos más interesantes que he tenido sobre juegos de mesa, su creación y su desarrollo con Ferran Renalías, fue un verdadero placer llegar no sé ni a qué hora al hotel porque el tiempo me pasó volando con esa charla.
El sábado empezó de forma un tanto extraña pues cuando llegué ya estaban la mayoría de mesas con partidas empezadas, debo decir que en X-Madrid ese mismo fin de semana se celebraba una competición de CrossFit por equipos y me encontré con amigos a los que hacía años con los que no había podido encontrarme en persona y compañeros del box que estaban allí compitiendo, fue una bonita sorpresa. El caso es que no tenía mesa disponible en ese momento pero apareció Nancy y en un momento estaba sentado y tratando de descifrar entre todos Kutná Hora: the city of silver; un juego al que llegué pensando «pues a algo hay que jugar aunque no sea algo que me atraiga» pues creía que sería un juego más del montón de los que publica Czech Games de vez en cuando, y no, para nada, solamente con esa partida se ha convertido en mi top 2 de todos los juegos probados en 2023 y probablemente en el juego que más ganas tengo de que se publique en 2024 en castellano, a pesar de ser una primera partida en la que íbamos un tanto perdidos a momentos la disfruté enormemente, me pareció un juego muy bien hecho con un sistema económico y de mercado que se va autoregulando durante la partida y que no había visto hasta ese momento en ningún otro juego, me sorprendió sobremanera. Estad atentos cuando lo publique Devir porque es una verdadera maravilla, si no pasa nada raro le dedicaré un tiempo por aquí pues el juego lo merece.
Tras la comida, la tarde fue completamente diferente ya que en lugar de jugar una sola partida a un eurogame de dos horas, estuve de charla con Óscar, Isra y Shei casi toda la tarde y jugamos un filler muy feo, pero feo feo de verdad de estos que los ves y casi te dañan las retinas y la cordura (y eso que no está ambientado en nada relacionado con H.P.Lovecraft), que se habían traído de Essen y con el que nos reímos muchísimo; también jugamos un abstracto del Dr. Knizia pero que esta vez no fue de los buenos, dudo mucho que vuelva a sentarme a la mesa para jugarlo porque no me dijo nada del otro mundo y hay abstractos que me apetecería jugar mucho más, eso sí, la compañía y la diversión durante la partida no me las quita nadie; luego estuvimos también con Nana, de Victoria Compartida, que nos estuvo enseñando un juego pequeñito de reglas ultrasencillas pero con el que me lo pasé tan bien y que funciona tan bien de 3 a 6 jugadores que ya lo he regalado en estas Navidades, perdí la cuenta de la cantidad de partidas que jugamos cambiando de número de participantes pues había quien se añadía y quien se iba a otra cosa al rato, una verdadera sorpresa, ya os hablaré de Trío en profundidad porque apenas he visto o leído nada de él y vale mucho la pena. Como decía, una tarde diferente en la que la compañía fue la clave para disfrutar tanto, poder estar viendo como a cada poco aparecía alguien con una caja para que Isra y Shei se la firmaran y pidiendo mil disculpas por si molestaban, el cariño con el que las firmaban y plasmaban sus ya conocidos sellos, las conversaciones tanto con ellos contándonos anécdotas y vivencias de Essen como con mi gran amigo Óscar, volver a ver a Nana a quien desdigitalicé la semana anterior en Córdoba y jugar con ella… ya os lo he comentado en más de un artículo, pero tardes así son las que dan el verdadero sentido a esta afición.
Enlazando con esto último, por la noche había quedado para cenar con Sebas y su familia, un chico con el que comparto varios canales de juegos de mesa y que al enterarse de que iba a Madrid me dijo que no podíamos mantenernos en lo digital, una persona maravillosa con un corazón enorme y que quienes le conocéis sabéis perfectamente de lo que hablo. Estoy seguro de que no será la última vez que coincidamos en persona pues tenemos varias partidas pendientes entre otras cosas.
Y llegó el domingo, el último día del evento y el que nadie quería que llegara pues suponía que sería el momento de las despedidas, aún así lo aproveché al máximo tanto con partidas como compartiendo momentos con diferentes personas hablando de juegos, de planes de futuro, del canal, de la familia… En cuanto a los juegos pude probar el aclamadísimo Pueblo junto con Vero y Jonathan, de AulaABJ, y con Óscar un juego que publicará en 2024 Maldito Games en su nueva edición y que creo que no es apto para todo el mundo pues es un abstracto con una competencia y un puteo feroz, me gustaría volver a jugarlo porque tengo serias dudas de si entraría a formar parte de la colección y quizá con alguna partida más me aclararía. También jugué el que para mí es el top 1 de 2023 con Sete, Miguel y Neoricar; Anunnaki: Dawn of the Gods, un juego que salió por campaña de kickstarter y que me encantó como hilaba todas sus partes. Es un euro medio muy bien disfrazado de ameri por su despliegue en mesa, sus componentes plásticos, su vistosidad, cómo haces la selección de acciones en el tablero personal en una especie de rondel con diferentes caminos y que además puedes desarrollar, la obtención de recursos tan limitada que hay, la expansión por los diferentes mapas, el combate con cartas con otros jugadores, el control de mayorías o zonas para puntuar… Es una sucesión de cosas tan diferentes y tan bien engranadas que hacen que funcione a las mil maravillas, que pese a no llegar a ser un 4x se le acerque mucho y no se haga tan largo o pesado como algunos de éstos. Hubo momentos tan tensos durante la partida que estábamos hasta jugando de pie, sin ningún genero de dudas es el mejor juego que he jugado este 2023 y que espero podérselo sacar a mesa a mucha gente en 2024 pues ya lo tengo en casa. Si no lo teníais en el radar echadle un ojo porque vale muchísimo la pena. Terminamos la sesión casi sobre la bocina de nuevo con los chicos de AulaABJ y con Óscar jugando a Dragones del Mar, otro abstracto de colocación de fichas en un tablero central mediante patrones seleccionados a través de cartas, sencillo y bonito que no tendría problema en volverlo a jugar pero que difícilmente entrará en casa.
Después llegó el momento de despedirse, de mojarse bajo la lluvia que ya tardaba en aparecer, pues una APCon sin lluvia no puede ser una APCon (van tres de tres por ahora) y de volver a casa, algo que deseaba para poder ver a mi compañera de vida que no había podido acudir y compartir con ella todo lo vivido ese fin de semana, con el recuerdo aún fresco en la memoria de las partidas y sobre todo de las conversaciones y de los abrazos, de los «el mes que viene nos vemos» y de los «espero que podamos coincidir lo más pronto posible». Un fin de semana único e irrepetible por sus circunstancias y sus características. Estoy deseando que llegue la APCon 2024 para descubrir nuevos juegos que me sorprendan, reencontrarme con personas maravillosas y conocer a quienes quieran compartir mesa. Gracias a todos los que habéis hecho que estos días fueran así.
¿Jugamos?