Hace ya unos días que finalizó la semana de Córdoba, y digo semana porque este año por cómo han caído los festivos en el calendario se ha celebrado desde el miércoles 11 hasta el domingo 15 de octubre la decimoctava edición del Festival Internacional de Juegos de Córdoba, ahora con este margen de perspectiva me atrevo a escribir sobre ello sin la euforia inicial. Por cuestiones laborales llegamos a Córdoba el día 12 a la hora de comer y desde ese momento dejamos de ser dos para pasar a ser un número indeterminado y continuamente cambiante durante los siguientes tres días. Tres días muy intensos y que al mismo tiempo se han hecho tremendamente cortos y más aún si me paro a pensar en todo el tiempo que va a pasar hasta que podamos volver a reunirnos con todos esos amigos con los que hemos estado estos días y todas las personas que hemos conocido y desdigitalizado en este Festival.
Nada más llegar ya habíamos quedado para comer, una mesa para 13 (y no fue la más grande en la que nos sentamos esos días) con reencuentros muy esperados, risas, diversión, conversaciones que no terminaban nunca y de las que querías empaparte y compartirlo todo… De ahí nos fuimos ya a las mesas a empezar a probar juegos e ir saludando y conversando con mucha gente, he de reconocer que si no hubiera estado junto a Owen en muchos momentos no hubiera sido capaz de atreverme a dirigirme a según quién porque sigo teniendo ese reparo a poder molestar o incomodar, así que por favor si en algún evento de este tipo me veis acercaros por si yo no llegara a hacerlo pues como estuve hablando con José son esos momentos, esas conversaciones sobre juegos y sobre la vida lo que hacen especiales estos eventos, diría que incluso más que las partidas.
Y hablando de partidas; este año pude probar varios juegos, alguno de ellos me ha sorprendido mucho para bien y es casi seguro que se sumarán a la colección, algún otro no me gustó como para comprarlo aunque no me importaría volver a jugarlo, otro me ha generado dudas porque es exclusivo para dos jugadores y no tengo muy claro si vería suficiente mesa o se quedaría en el estante de los olvidados y solamente ha habido un juego que difícilmente volvería a jugar ya que me ha dado la sensación de ser un producto sin finalizar, como si no se hubiera testeado lo suficiente o con las personas adecuadas, un juego con buenas intenciones pero que no da más de sí y se queda en esas buenas intenciones sin aportar nada diferenciador o relevante. En total han sido ocho partidas jugadas, además de alguna otra que expliqué para ayudar, en cuatro días.
Eso hace una media de dos partidas diarias pero como he comentado más arriba lo más importante y gratificante del Festival fueron las personas que conocí y con las que compartí conversaciones, entre ellas querría destacar a Rafa, de Me Cuento 20, con quien además de conversar y pasar un rato maravilloso pude disfrutar una partida a Waterfall Park (un juego del que no esperaba mucho y al que ya he vuelto a jugar, se explica en dos minutos y a 5 jugadores es muy divertido, una gran experiencia); también a Manu, de Fase de Mantenimiento, con quien no tuve ocasión de jugar pero con quien las risas están aseguradas además de ser una grandísima persona y tener unos conocimientos amplísimos no solamente de juegos, esta misma semana vuelvo a coincidir con él y espero poder compartir mesa además de charla; José, de Emplumeeple, una gran sorpresa pues aunque lo seguía en redes nunca había interactuado con él y pude hasta jugar a MOB: La Gran Manzana (un juego exclusivo para 2 jugadores en el que sorprendentemente el control de áreas o mayorías funciona perfectamente); no puedo dejar de mencionar a Manu, de El Agujero Hobbit, a quien el año pasado no me atreví a saludar con la consiguiente reprimenda por su parte cuando se enteró y con quien este año tuve una agradable charla principalmente sobre uno de los juegos que más me han gustado de los que he podido probar en el Festival y no es otro que Turing Machine (juego que el mes que viene llegará a tiendas de la mano de Tranjis Games y que me ha encantado, considero que los autores de juegos de mesa tienen algo especial para ser capaces de crear de la nada los juegos que tanto nos hacen disfrutar en la mesa, obviamente cuanto más complejo sea el juego más difícil es su creación y su desarrollo, pero lo de este juego me parece una verdadera obra de arte, la cabeza que hay que tener para crear algo así no es normal por mucha matemática que haya detrás del juego para su elaboración, es una maravilla como funciona todo y la satisfacción que produce cuando vas siendo capaz de deducir e ir resolviendo el problema); y hablando de Tranjis no puedo olvidarme de Vero, a quien conocí en la APCon del año pasado, con quien tuve mini ratitos y estuvo muy divertida en el Transistor junto con Sergio del que no puedo decir nada malo, ni siquiera los chistes, y Dani que esta vez pude hablar algo más con él aunque sigo sin entender cómo es capaz de estar a todo y para todos entre organización del Festival y su trabajo en la editorial; además de por fin poder desdigitalizar a las lunáticas Timi y Tama de Lunatics4games con las que tuvimos un breve encuentro que esperamos repetir en breve y a ser posible con amigos (de los que entrarían en el párrafo siguiente) en común pero que no pudieron venir a Córdoba este año porque las obligaciones laborales se lo impedían, ¿vendrán el año que viene o sucederá el milagro de encontrarnos todos en otro evento lúdico en menos de un mes? También pude reencontrarme con Su, de Meeplesaurus, que me hizo mucha ilusión aunque fue muy breve; y por fin encontrarme en persona a Luis, Rewindmasters, y darle las gracias por su trabajo entre otras cosas con Star Wars the deckbuilding game.
Por supuesto no puedo olvidarme de quienes han dejado de ser amigos para ya formar parte de la familia y son con quienes pasamos la mayor parte del tiempo durante el Festival en las comidas y cenas, haciendo turismo por la ciudad de Córdoba, conversaciones sin fin y partidas entre otros juegos a Turing Machine, Martes 13, Viajes Catastróficos, Identidad Secreta, Unánimo, Las tribus del viento y The White Castle (me quito el sombrero ante Isra y Shei que se han vuelto a sacar un señor juegazo muy sencillo de reglas pero con una profundidad muy grande debido a la importancia que tiene cada decisión que tomas, ya que solamente tienes nueve turnos en toda la partida). También dentro de este grupo hay quienes van por trabajo y aún así buscan tiempo para poder estar un rato juntos y compartir momentos breves pero inolvidables, gracias a todos ellos porque esto no sería lo mismo ni por asomo si no estuvieran presentes siempre aunque sea en la distancia y en persona en cuanto es posible. Gracias, de verdad, no hace falta que os nombre pues al leerlo sabréis perfectamente quienes sois.
También pasé tiempo en mayor o menor medida con editoriales y se nota que aunque son empresas y es su trabajo, los juegos de mesa es su gran pasión y es algo que aprecias con pocas palabras que cruces con ellos, si estás unos minutos conversando no te queda ninguna duda al respecto. Además de la antes nombrada Tranjis Games, querría destacar especialmente a Devir que me permitieron asistir a su presentación de novedades para 2024 en donde nos mostraron sus próximos lanzamientos de juego propio (tenéis un reel que hicimos en instagram ese mismo día) y con quienes pasamos parte de la tarde del sábado en su ya clásico Devir Show donde conseguimos un Cometas que curiosamente no salió volando; pude tener unas buenas charlas con los editores de Delirium Games y los editores de Bumble3ee Interactive de la mano de Owen, quien el viernes por la tarde estuvo explicando Hegemony para estos últimos; en menor medida, porque el tiempo dio para lo que dio, también pude mantener unas breves conversaciones con personal de Mercurio, 2Tomatoes y Rocket Lemon Games; estuvieron muchas más presentes pero no llegué a tener un contacto con ellas más allá de saludar por los pasillos o al cruzarnos con lo que seguramente me olvide de alguna si intento nombrarlas a todas.
Este año ha sido la edición de la mayoría de edad del Festival Internacional de Juegos aunque hace años ya que son grandes porque tienen una organización de diez desde la asociación Jugamos Todos y una ubicación increíble gracias a la colaboración de la Diputación de Córdoba. Como sabéis, ha sido mi segunda vez en el Festival y si nada lo impide repetiremos en las siguientes ediciones porque el ambiente que hay, lo bien que se come, el recinto donde se celebra y la maravillosa gente que acude son difíciles de encontrar en otros eventos lúdicos. Si tenéis ocasión, no lo dudéis y apuntad ya en el calendario del 11 al 13 de octubre de 2024 para la XIX edición. ¿Nos veremos por allí? Espero que así sea.
¿Jugamos?